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CUMBRE DE LA TORRE CENTRAL DEL PAINE EN AÑO NUEVO

paine portada

Es navidad, y son días de aprovechar con la familia antes de coger el avión el 28 de diciembre hacia Chile; he mirado el parte del tiempo en las Torres del Paine y ya estoy con el gusanillo de la Patagonia dentro…parece que dan una ventana aceptable nada más llegar. No es muy buena tampoco, pero bueno, comparado con lo que viví la temporada pasada en el mismo lugar era la mejor que había visto por allí. 

Escribo unos mensajes a los amigos que están en Puerto Natales y me dicen que ha sido un año con muchas nevadas, nadie sabe como estará el Valle del Silencio de condiciones, nadie a intentado subir la Torre Central esta temporada hasta la fecha, las noticias no son muy esperanzadoras, pero hay que intentarlo. Nada más llegar al aeropuerto de Santiago de Chile me encuentro con mi amigo Cristobal Señoret (Tola), que va también hacia el Paine para intentar una nueva ruta al Cerro Catedral, rápidamente nos llena de motivación y esperanza.

Por suerte unos amigos vascos (Xabi, Imanol y Andoni) que había conocido unos años atrás en Dolomitas están ya en Puerto Natales, y habíamos hablado de ir juntos a hacer el intento a la Torre Central, siempre es bueno tener gente cerca en estos sitios. Ibamos con el tiempo justo, sin tiempo si quiera para pasar por el supermercado si queríamos llegar a la ventana, así que les pedimos que nos comprasen comida a nosotros también. 

Llegamos a Puerto Natales a las 22h del día 29 de diciembre y el día 30 de diciembre a las 6am estábamos cogiendo el bus que te lleva al Parque Nacional. Tras unas 6h caminando cargados de peso llegamos a la mítica cueva Bonington, ya en el Valle del Silencio, donde armamos campamento para al día siguiente hacer el intento a la Torre Central.

Vivac

El dia 31 empezamos a celebrarlo con la alarma a las 4am, que por algún motivo nadie escucho, y terminamos saliendo del vivac a las 5:30am…1h30 de retraso, empezamos bien. Tras unas horas caminando por neveros, pedreras, y escalar una canal de terreno mixto logramos situarnos en el Col Bich, el pie de vía y que tantos recuerdos me traía del año pasado. Empezamos a escalar en dos cordadas (Jaime y yo por un lado y los vascos por otro), pero las duras condiciones que encontramos nos hicieron cambiar de estrategia y unir fuerzas para intentar llegar a la cumbre; ni si quiera podíamos ponernos los pies de gato para escalar.

Fuimos superando los largos como se podía en libre los tramos más sencillos y en artificial los largos más duros o que tenían nieve, hielo o agua. El progreso era lento y las esperas en las reuniones eran largas y heladoras. La ventana que habíamos visto en el parte no estaba cumpliéndose del todo…

Ascenso a Torre Central del Paine

Llegamos al vivac del largo 18 con la última luz, donde rápidamente tuvimos que ponernos a picar hielo y quitar nieve para poder dormir lo mejor que se pudiese mientras otros iban derritiendo nieve para hacer unas sopas calientes y la cena. El menú de nochevieja 2019 no fue el mejor que hemos probado, polenta con salchichas y queso… Pero nos parecía la mejor cena de nochevieja que habíamos tenido, ¡estábamos en el largo 18 de la Torre Central! 

Vivac en la Torre Central

La noche fue dura, con viento y frío, pero estábamos tan cansados que conseguimos dormir. Al amanecer el panorama era bastante malo: mucho viento y estábamos metidos en una densa niebla. Esperamos a que nos actualizasen el parte del tiempo por el teléfono satélite, y las noticias no fueron buenas. La ventana se había cerrado y ahora daban +80km/h de viento a partir de las 6 de la tarde… Aún nos quedaba por escalar unos 6 largos hasta la cumbre llenos de nieve y hielo, rapelar los 800m de la vía, y descender un desnivel de unos 1000m hasta la cueva Bonington, donde estaríamos a salvo. Estuvimos a punto de tomar la decisión de bajar, pero finalmente decidimos seguir hasta la cumbre, aunque sabíamos que después nos tocaría pelear con unas condiciones bastante duras.

Llegada a la cumbre
Cumbre Torre Central

Tras varias horas conseguimos llegar a la cumbre y cumplir un gran sueño. No había tiempo de margen, así que unas fotos, disfrutar brevemente de las vistas y empezamos con los rapeles. Iba todo bien hasta que llegamos a los últimos 5 rápeles donde tuvimos un problema con las cuerdas que se quedaron enganchadas en unos diedros, y donde perdimos varias horas (que al final resolvimos cortando una de nuestras cuerdas, menos mal que íbamos dos cordadas…). Tras el percance se nos hizo de noche y los últimos dos rapeles hasta el Col Bich tuvimos que hacerlos en la oscuridad. Llegamos muy cansados al collado, y aunque el vivac era muy malo para 5 personas decidimos que sería mejor pasar la noche ahí en vez de continuar bajando con mal tiempo y de nnoche.

Selfie

Después de pasar unas horas metidos en el saco mientras nevaba fuera, sin poder dormir apenas y notando como los compañeros tiritaban a mi lado. Continuamos la bajada hasta nuestro campamento de la cueva Bonington al día siguiente. Mis compañeros acabaron con congelaciones leves en los dedos de los pies y manos que les duraron 3 semanas.

Tras esta escalada cumplimos un sueño, pero como dice Ramon Portilla, ¿Qué es más bonito? ¿Tener un sueño, luchar por un objetivo, y tener eso que te hace desearlo y amarlo? ¿o el hecho de conseguirlo?…Para mí, seguramente sea más bonito el perseguir ese sueño que el hecho de conseguirlo; por lo que ya estamos pensando en el siguiente destino…

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